Entrevista
Daniel-Aníbal García, presidente de FEACEM
“La contratación pública debe ser un estímulo para el empleo de las personas con discapacidad”
05/07/2018
Rafael Olea - Imágenes: Álvaro Martín
El nuevo presidente de la Federación Empresarial Española de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo (FEACEM) anuncia reflexión para “construir un modelo de futuro” de los Centros Especiales de Empleo (CEE). Además, exige a las administraciones la aplicación de la nueva ley de Contratación Pública, en especial en la reserva de contratos a empresas de Economía Social, como los CEE de iniciativa social que representa FEACEM. Asimismo, recuerda que los CEE emplean a 8 de cada 10 personas con discapacidad que trabajan, son competitivos empresarial y socialmente, a la vez que reinvierten todos sus beneficios en generar nuevas oportunidades de empleo a personas con discapacidad.
¿Cuáles son sus principales objetivos como presidente de FEACEM?
Copio al ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, y, cómo dice él, mi principal objetivo también es saber cuáles son los objetivos. Creo que una idea clave es mantener el modelo actual de CEE, que ha sido muy útil para las personas con discapacidad, pero construir un modelo de futuro que no solo dé ahora cobertura a las necesidades de las personas con discapacidad. Es decir, no propongo un mantenimiento estático, sino uno dinámico y construir un nuevo modelo de CEE, pero usando el que tenemos que ha funcionado muy bien.
¿Hay apoyo hacia los CEE por parte del Gobierno de España?
En la Economía Social hemos tenido un apoyo muy fuerte con cambios normativos como la nueva Ley de Contratación Pública, que para nosotros representa no solo que podamos prestar servicios a la administración, sino también que los posibles rendimientos industriales reviertan a la sociedad, a través de empresas de CEE y empresas de inserción.
Entendemos que ha habido un apoyo muy importante. La relación calidad precio debe ser valorada por las administraciones públicas, pero nosotros además tenemos un retorno de inversión social que no tiene nadie más. Como empresas de Economía Social, todo el beneficio empresarial que obtenemos al final revierte otra vez en la sociedad.
Estamos muy contentos de la nueva legislación sobre contratación pública, pero pedimos que, como es lógico, se comience a aplicar, que salgan –a licitación- lotes reservados, que se hagan acuerdos de reserva de contratos públicos. Madrid ya lo ha hecho, pero no todas las Comunidades Autónomas han acordado en sus órganos correspondientes esta reserva de contratación pública. La contratación pública debe ser un estímulo para el empleo de las personas con discapacidad
¿Qué opina de algunas críticas que han surgido recientemente sobre las subvenciones que reciben los CEE o contra la existencia de reserva de contratación pública a empresas de Economía Social, como CEE o empresas de inserción?
Es un tema muy importante. Debemos defender la importancia de estas reservas. La propia norma dice cómo deben ser las empresas a las que se destina esta reserva. De manera muy clara establece que todo el beneficio que puedan obtener debe revertirse en crear empleo mediante la reinversión de los beneficios en el propio centro o en otros, pero nunca se podrá dividir entre los accionistas.
Si las empresas del sector privado hiciesen lo mismo, lo aplaudiríamos. Desde
FEACEM pedimos que la contratación pública sea un estímulo para el empleo de las personas con discapacidad, y esto solo se consigue cuando tu beneficio industrial lo tienes que reinvertir. Hay una reserva excluyente a quienes no den el paso de reinvertir su beneficio en la sociedad.
Siempre digo que nosotros no hacemos responsabilidad social, somos pura y dura responsabilidad social empresarial porque todo beneficio se revierte a la sociedad.
¿Cuántas personas trabajan gracias a los CEE?
De las personas con discapacidad que trabajan, el 17% lo hacen en CEE, y de ellas más de la mitad lo hacen en aquellos de iniciativa social del ámbito de FEACEM, sumando casi 40.000 personas. En el total, en el mundo de los CEE no llegamos a 80.000, por tanto, más de la mitad de las personas que trabajan lo hacen en CEE de iniciativa social.
Una cosa muy peculiar es que hemos sido de los pocos sectores productivos que en plena crisis hemos sido capaces de crear empleo neto para un colectivo que tiene muy difícil la inserción laboral como es las personas con discapacidad. En este sentido, gracias a los CEE esas personas no reciben prestaciones públicas, sino que están trabajando con toda la reinversión que eso provoca.
¿Qué hace falta todavía para normalizar la contratación de personas con discapacidad?
Creo que es muy importante acabar con algunos aspectos. Uno de ellos las personas con discapacidad tenemos que ser conscientes de nuestra propia empleabilidad. A veces tenemos un problema de autoestima o autoconcepción. Otro punto importante es acabar con los mitos para los empresarios, muchos de ellos piensan que una persona con discapacidad no puede ser parte del sector productivo.
Además, hacen falta incentivos económicos a la contratación, pero es muy importante la sensibilización, a nosotros como personas con discapacidad y también al empresariado. El problema es que las dos partes a veces piensan que no siempre somos productivos. Esto no es cierto, pues somos totalmente productivos.
Por otra parte, en algunos casos las familias también pueden ser freno a la propia inserción de la persona con discapacidad. Es complicado, pero –los familiares– tienen que ser conscientes de que a lo mejor su familiar donde mejor pueden estar trabajando por todos los efectos terapéuticos e inclusivos que tiene el trabajo.
Por supuesto, también hay que seguir profundizando en aquellas políticas públicas que favorezcan la inserción, mediante beneficios sociales, cotizaciones, bonificaciones fiscales, etc. También hay que hacer mucho hincapié en la imagen de las personas con discapacidad y transmitir a los empresarios que somos perfectamente productivos y que con apoyos cualquier persona con discapacidad puede trabajar en cualquier sitio.
¿Qué peticiones hace al nuevo Gobierno?
Una es que se cumpla la nueva ley de Contratación Pública y se cumpla la reserva establecida en ella a empresas de Economía Social. Además, vamos a seguir pidiendo una ley General del Trabajo para personas con discapacidad que sea omnicomprensiva de todo lo que requieren las personas con discapacidad para acceder a empleo protegido y medidas para acceder al empleo ordinario. Saben que tienen manos extendidas del movimiento asociativo, de FEACEM y CERMI para mejorar la vida de las persona con discapacidad. Estamos a la espera de que nos citen para detallar estos aspectos.
¿Qué responde a las críticas que ha recibido recientemente el sector de los CEE?
Primero hay que responder que el empleo de los CEE de iniciativa social es de calidad, porque desde el principio está centrado en la persona. En ellos, el proceso productivo se adapta a cada persona con las adaptaciones y apoyos que necesite. Adaptamos el proceso a la persona, no al revés. Además, como CEE tenemos unas obligaciones muy importantes, como las unidades de apoyo. Pensamos en las personas más que nadie.
Por supuesto que habrá algún fallo, pero hay que estar muy contentos con lo que hacemos. Tenemos que seguir mejorando, incluyendo cada vez a mayor número de personas con discapacidad, trabajar también en la transición al empleo ordinario, pero no se puede olvidar que pensamos en el trabajador por encima de todo.
¿Qué diferencia a los CEE de iniciativa social que forman parte de FEACEM del resto?
La nueva ley de Contratación Pública regula qué es un CEE de iniciativa social, que es aquel que tiene como obligación última la reinversión e todos sus beneficios en favorecer el empleo de las personas con discapacidad mediante la reinversión de los beneficios en el propio centro o bien en otro. Puede estar creado por diferentes tipologías públicas o privadas, entidades no lucrativas del sector social o incluso sociedades mercantiles. Esto es lo que nos diferencia de otras tipologías.
Algunas de las reservas que se pueden hacer son exclusivamente para CEE de iniciativa social precisamente porque esa característica de ofertar a precios de mercado y que los posibles beneficios se reinviertan en contratar a más personas con discapacidad. Nuestro objetivo no es ganar más, sino dar más y mejor empleo a las personas con discapacidad.
¿En qué sectores de actividad actúan los CEE?
En muchísimos. Podemos trabajar prácticamente en cualquier sector, aunque nos hemos dedicado mucho a lo social, personal y medioambiental. Somos empresa social, pero somos una empresa y a veces tenemos que buscar nuevos sectores y abrir nuevas vías de mercado.
Demostramos que somos productivos, no somos más caros, damos empleo a personas con discapacidad y sobre todo, los beneficios revierten en la sociedad. Me comentaban que en un escenario muy negativo, por cada euro que se invierte en un CEE se revierte a la sociedad más de 1,44 euros, sin tener en cuenta los salarios. Tenemos un efecto multiplicador en la sociedad muy grande.
Al final hay empresas que contratan con nosotros por la responsabilidad y luego nos contratan porque somos proveedores muy buenos. Además de que somos empresa social, somos empresas muy buenas en el mercado.
¿Va a emprender cambios en FEACEM?
Cambios, los menos posibles en lo interno, pero mucha reflexión interna para construir el nuevo modelo. Hemos conseguido cosas muy valiosas, pero no podemos quedarnos en lo conseguido. Hay que pensar en el corto medio y largo plazo. Tenemos que seguir avanzando y construir un nuevo modelo que se inclusivo y avanzado.
Mi idea es seguir trabajando en la Federación Española de Hemofilia (FEDHEMO) y seguir trabajando en la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE). En FEACEM hay una junta directiva que ha hecho un trabajo espléndido y hay que reconocer el trabajo del presidente saliente, Emilio Sáez.
Ha habido una restructuración de cargos menor. La secretaria general va a estar ostentada por Pepa Torres, la actual gerente que va compaginar las dos figuras, secretaría general y gerencia. La idea es no hacer cambios porque los últimos años han sido muy productivos y la muestra es haber conseguido para el mundo de los CEE una regulación propia o la nueva ley de Contratación Pública.